El Mate y Cómo Convidarlo
La (casi) totalidad de los que me conocen en persona me han visto con él. Y podría escribir mil líneas sobre la paz que me produce tomar unos bien calientes al amenecer, las fuerzas que me devuelve luego de un agotador día, lo esencial en una charla de amigos o lo amenizante al compartirlo con alguien que recién conozco…
Pero dejemos las emociones (por un momento) y vayamos a los hechos. Datos, no opiniones (?).
Para usted, mi querido lector extranjero1, hare una breve introduccion sobre la bebida y sus componentes; un regalo de mi cultura. Y a usted, lector compañero peronista, le dejaré unos consejos claves para ser usados a la hora de convidar uno a alguien que nunca lo tuvo en su mano. Porque convidar puede parece trivial, pero no.
Qué es?
A simple vista, la decoración del mate, la bombilla, la yerba cuidadosamente colocada y el cuidado en la ceremonia del cebar, imprimen una sensación de sofisticación, teatro, y magia… Todo eso tiene algo de cierto (?) pero no en el sentido práctico. Por qué? Porque el mate no es nada complejo, posta. Es un recipiente lleno de una hierba llamada yerba, al cual se le agrega (ceba) un poco (masomenos dos cucharadas) de agua caliente (no hirviendo) y luego se toma. Simple! El sabor es amargo, similar al de un té fuerte sin azúcar. El proceso de cebar y tomar se repite muchas (muchísimas) veces. Eso permite que el “tomar mate” se use como actividad compartida: por turnos, una cebada cada uno.
Una curiosidad es el método de consumo. A diferencia del té que se toma inclinando una taza hacia la boca, el mate se bebe succionando una bombilla. Y aunque a muchos ojos parezca poco higiénico, la bombilla se comparte entre todos los bebedores.
Lo más interesante (en mi opinión) es el recipiente que se utiliza: el mate (si, mate es la bebida y también el recipiente). Porque existen de distintos materiales, formas y tamaños. Madera, calabaza, metal, vidrio, cerámico, recubiertos de cuero, pintados, con detalles de plata…Dicen que su apariencia habla de la personalidad del dueño, como si fuese una mascota. Incomprobable.
Para saber más, use la Wikipedia.
Consejos para convidar
Después de mucho presentar la bebida a curiosos de diferentes lugares del mundo, he notado que hay cosas que sí hay que decir (y pronto) y cosas que no.
Antes de cebar:
- aclarar que no es droga. Seamos sinceros: echar unos trozos de hierba en un recipiente madera y agitarlo con cierto cuidado es, como mínimo, sospechoso. Hay que sacar esa idea al principio.
- limpiar la bombilla. Lo hagas regularmete o no, antes de convidar hay que hacerlo explícitamente. Puede ser con una servilleta; aunque sea ficticio para las cámaras. La idea de compartir saliva es desagradable (por así decirlo) para el europeo medio.
Mientras cebás:
- decir, con cara seria, “no muevas la bombilla, dejala así”. Porque la curiosidad mata al gato (?), posta. Querer ver cómo es la bombilla del otro lado es un deseo compartido por el 99% de las personas que me he cruzado.
Mientras lo servís:
- decir: “Cuidado, esta caliente”. Debería ser obvio por el vapor, pero por alguna razón no siempre lo es :)j
Apenas comienza a tomar:
- decir: “tomalo TODO, y me lo devolvés A MI” (énfasis en TODO y A MI). Especialmente si hiciste una introduccion mencionando el aspecto social. Porque si los curiosos son dos, por ejemplo, suelen hacer un pequeño sorbo y pasárselo al compañero así a medio cebar. O peor: te lo devuelven para que lo termines vos. El patron de conducta “cebo - toma uno - cebo - toma otro - cebo - tomo yo” no es para nada trivial y hay que marcar los pasos con frases simples.
Y listo señores! Con eso ya están en condiciones de recibir un “hmmm, me gusta” de compromiso a cambio. Por qué? Porque lamentablemente a casi nadie le gusta (la primera vez).◆
-
Extranjero en este contexto significa: no ser argentino, uruguayo, paraguayo ni del sur de Brasil. ↩